Carta al cielo

Hoy les escribo desde el silencio. Desde este rincón donde el eco de sus risas aún rebota en las paredes de mi memoria. No sé si me escuchan, Pero yo necesito decirlo.

Gracias por haber existido en mi vida. Por los días en que no necesitábamos palabras para entendernos. Por las miradas cómplices, las tonterías compartidas, los abrazos que no pedían permiso.

Pero hoy no escribo para reclamar. Escribo para soltar. Para dejar que el amor que les tuve no se convierta en peso, sino en viento. Para que sus nombres no duelan, sino iluminen…..

Los dejo ir. No porque ya no los quiero, sino porque merezco seguir. Porque mi historia no termina con su ausencia. Porque aún hay caminos que no he recorrido, y quiero hacerlo con el corazón más liviano.

Adiós, amigos. Gracias por ser parte de mi alma.

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